Vicente Herrera Márquez
En una juguetería llena de alegría infantil,
dos locos de amor se encontraron.
Ella buscando un juguete,él buscando un amor.
Entre Donald y Mickey, Tribilin y la Deisy,
los dos buscaba a Minnie en tamaño gigante.
No la encontraban, seguían buscando.
Y buscando y buscando,
sus labios se unieron en un beso de amor,
sin importar que niños y juguetes
los vieran jugando a hombre y mujer.
La Minnie buscaban y seguían buscando
era un pretexto para volverse a besar,
grandes y niños miraban y los juguetes reían.
Los sobrinos de Donald jugaban,
Glad con Suerte apostaba y ganaba
y el viejo millonario contaba y guardaba
sin darse cuenta que aquellos se amaban.
Los juguetes de Dysney,
aunque ustedes no piensen ni crean,
miran y ven, piensan y sienten,
tienen alma y tienen corazón.
Conocen a los niños y también a los adultos,
tienen sentimientos, saben del amor,
y la Minnie se parece mucho a ti.
domingo, 27 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario